Las enseñanzas del caballero de la armadura oxidada. 15ª edición. Ediciones Obelisco
Fragmento:
En la tercera y última confrontación, el Caballero inspiró profundamente y volvió a cruzar el puente levadizo. Por primera vez se menciona en el libro una práctica respiratoria. Serán dos veces más las que se haga referencia a esa técnica y comienza justamente al principio de la tercera confrontación con el dragón. A la tercera será la vencida.
Un problema psicoemocional altera el cuerpo y afecta a la respiración. Hay una semiología de la respiración que vincula directamente la respiración con el ego, persona, alma y espíritu. En algunas lenguas -sobre todo en las más antiguas-, la raíz de la palabra respirar es la misma que se emplea para designar al yo experimentador. La respiración es, en términos generales y por extensión, sinónimo de hálito, soplo, pneuma, orgón, prana, chi, (espíritu, persona, ego, alma), etc. Es la energía cósmica fundamental, de naturaleza no eléctrica. Tiene una función tan importante en la vida que ha recibido muchísimas denominaciones. Cuando la respiración abandona a la persona en la muerte, el yo desaparece y el espíritu abandona el cuerpo. De aquí la importancia de la respiración en el ser humano, porque es el vínculo entre el cuerpo y el yo/espíritu.
Fragmento de Las enseñanzas del Caballer de la armadura oxidada”. Carlos Velasco. 15ª edición Obelisco
Fragmento:
“La respiración es un acto relacionado con la vida sensorial. Ambas se influyen mutuamente: la respiración mueve con su aliento el cuerpo y las emociones, y a su vez éstos afectan la respiración. Como la respiración es vida, moviliza los tres elementos restantes: el agua, la tierra y el fuego. Obelisco 15ª ed.
Fragmento:
El que no respira profundamente reduce la vida de su cuerpo. El Caballero inspira profundamente oxigenando su organismo y llenándolo de una energía vital que le relaja física y mentalmente, le aclara la mente y le da valor. En cada aliento respira el hálito con los ojos del Yo verdadero, respira la autenticidad y la verdad. Carlos Velasco
Ed Obelisco 15ª edición
Fragmento:
El Caballero era otro, pues se había impregnado de coraje y repetía la canción: “El miedo y la duda son ilusiones”. Repetir una frase da confianza y poder; su práctica está en todas las tradiciones.
El dragón seguía tratando de quemar al Caballero, pero, por mucho que lo intentaba, no conseguía hacerle arder. Eso significa que el falso yo crece haciéndose muy destructivo, pero no llega a quemar totalmente con las pasiones del miedo y la duda cuando se ha restaurado la voluntad y la osadía en uno mismo.
Avanza con tanta determinación hacia el dragón que éste va haciéndose cada vez más pequeño. Las tornas cambian al ganar terreno y crecerse el Caballero, porque no siente miedo y, por lo tanto, el dragón va disminuyendo de tamaño, hasta llegar al de una rana. La rana es un batracio, es decir, un animal semiacuático y metamorfoseante. Representa la evolución del ser que sale del agua y se hace terrestre, aunque permanece ligado al mundo acuático. En lo simbólico encarna el momento en que el Caballero acepta que tiene el poder del conocimiento y lo utiliza. Es así como cambia de un estado a otro, al vencer al falso yo y transformarse en el Yo verdadero, que se simboliza en su victoria frente al dragón.
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